Pues estuvimos nada más y nada menos que con Ignacio Vicens. Primero estuvimos comiendo con él en Rivas, un pueblo de Madrid, para ir a ver seguidamente la iglesia, aún sin terminar de ese pueblo. Como podréis ver en las fotos destacan la piel de acero corten que le quiere dar (se entenderá más cuando se vea el interior), y por supuesto los salientes de detrás de la iglesia que van a ser los lucernarios del retablo de luz que crea. Es una pena que la gente haya pintorreado la iglesia, pero que se le va a hacer.
Después de ver esta iglesia nos fuimos a ver la casa de piedra que es la más grande construida por él, con unos 2800m. cuadrados, aunque tiene ahora un proyecto de otra más grande. Lo interesante fue que la pudimos ver en el atardecer y ya de noche. La verdad es que impresiona muchísimo la magnitud de la casa y sobre todo los bloques gigantes de piedra con los que está construida. Aquí podría poner gran cantidad de fotos, pero para no sobrecargar pondré las que me parecen más interesantes, aunque si os interesa puedo poner más.
Pero aquí no acabó la cosa, sino que además, después de cenar fuimos a su estudio. Aquí ya se sumó otra gente. La verdad es que está muy bien conocer a un arquitecto en lo que ha hecho y en cómo y dónde trabaja lo cuál pienso que ayuda muchísimo. En su estudio estuvimos tomando unas copas, nos enseñó todo el estudio y nos contó cosas muy interesantes como las organizaciones de las visitas del Papa Juan Pablo II a España (tiene en su estudio una de las sillas en la que se sentó, ahí está la foto), o el proyecto que tenía para la boda del príncipe Felipe y las opiniones tanto del rey como de la reina. Vamos todo muy interesante. Agradecimos muchísimo el tiempo que nos dedicó y cómo nos lo dedicó, de la mejor manera posible y volcándose con cada uno. Muy agradecidos.
Como cosa curiosa están las obras de arte tanto históricas como modernas de las que pongo sólo dos fotos entre las muchas que hay. Estas fotos son del libro ¡original! "Perspectiva pictorum et architectorum" del arquitecto italiano del siglo XVII Andrea Pozzo, y un Chillida dedicado en el cuarto de baño.
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